Copenhagen constructivista y aproximación crítica a la Seguridad

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Constructivista Copenhague y aproximación crítica a la Seguridad

Enviado ByAdrian Gomezon 11/10/2012 (Visitas: 198) (Votos: 0)

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Enfoque Constructivista, Copenhague y crítico para la seguridad

Enfoque crítico a la seguridad es una teoría que surge en la década de 1990 como resultado de una conferencia celebrada en Toronto, Canadá. Se basa en los deseos críticos que cuestionan el enfoque tradicional de la seguridad. Sostiene que el Estado no puede ser un objeto suficiente de referencia a la seguridad y que la definición y las fuentes de la seguridad y la inseguridad debe pensarse en términos más amplios que en el enfoque tradicionalista a la seguridad. Es a partir de los desafíos anteriores que la teoría constructivista de la seguridad se ha desarrollado. El enfoque crítico a la seguridad propone la formación de respuestas conceptuales a las preguntas sobre cuáles son las condiciones reales, lo que el conocimiento se puede utilizar para evaluar la condición de si es realmente un problema de seguridad y lo que hay que hacer para eliminar la amenaza.

Un ejemplo de la utilización del enfoque crítico es en el tema del tráfico de drogas en los Estados Unidos. Es a través de un análisis crítico que el gobierno es capaz de evaluar las condiciones existentes sobre el tema de las drogas e identifica las amenazas sociales, económicas y políticas que los comercios de drogas representa para el país y adoptar medidas destinadas a contrarrestar el comercio. Todo este proceso puede ser descrito como después de la aproximación crítica para la seguridad, ya que utiliza todos los procesos propuestos en el enfoque crítica para la seguridad.

El constructivismo es una escuela de pensamiento en los estudios de seguridad que sostiene que los principales aspectos de las relaciones internacionales están formadas por las prácticas sociales y las interacciones. Propone que, en cuestiones de seguridad, los actores son construcciones sociales formados a través del proceso de la práctica política y las estructuras de las relaciones internacionales se construyen socialmente a través del uso del conocimiento que no es objetivo y no dependen de la naturaleza.

El enfoque constructivista de la seguridad se puede explicar por el uso de las relaciones exteriores de China. El gigante económico asiático ha través del proceso de influencia política podido propagar el apoyo a su gobierno comunista. Se ha llevado a sus ciudadanos a creer que la forma democrática de gobierno no puede ser el mejor ya que su gobierno, que no sigue el proceso democrático, ha sido capaz de registrar altas tasas de crecimiento económico. De este modo, ha influido con éxito su ciudadanía, a través del uso de la información que no es objetiva, que la democracia realmente no suponen una amenaza para el crecimiento económico y político de China.

Otro ejemplo de la aplicación de la escuela constructivista del pensamiento es el adoctrinamiento de los extremistas musulmanes contra el mundo occidental. Mediante el uso de una institución social como la religión, son capaces de convencer a los extremistas partidarios de que el oeste es una amenaza a su existencia y, por tanto, deberían dedicar su vida a luchar contra las fuerzas fuera de aniquilar a su religión. El Al-Qaeda y los grupos terroristas de Al-Shabaab han utilizado el enfoque constructivista en su proceso de adoctrinamiento.

La escuela de Copenhague de pensamiento de los estudios de seguridad es un enfoque basado en el argumento de que las relaciones internacionales se ven influidos por voz, donde se logran los problemas de seguridad a través del habla, un altavoz, a través de su discurso, hace que un problema de seguridad no un problema de seguridad mediante la confrontación con una amenaza externa. Es a través del discurso que un político será capaz de cambiar las percepciones sociales acerca de un problema con respecto a la seguridad, ya través del proceso de influencia a la audiencia a hacer argumentos que harán una cuestión que no fue considerado inicialmente por su público a ser un no de seguridad emitir en un problema de seguridad mediante la introducción de elementos de amenaza. Todo este proceso se denomina titulización.

Para el proceso de titulización para ser eficaz, debe haber los siguientes elementos: el actor securitizando, generalmente un político o una persona con autoridad que busca cambiar un problema de seguridad no en un problema de seguridad, aunque influye en el uso de la palabra, el referente objeto, al que se une el riesgo de seguridad y un público que el actor securitizando busca influir en la creencia de que una amenaza de seguridad existe de hecho al objeto eferentes.

Un buen ejemplo de la aplicación de la escuela de Copenhague de pensamiento se puede sacar de la decisión de invadir Irak. Fue a través del proceso de influencia de la clase política que el público estadounidense estaba convencido de que, efectivamente, una amenaza inmediata para la seguridad de los Estados Unidos existía la regla constante del entonces régimen en Irak. El presidente era el actor securitizando, con los Estados Unidos siendo el objeto de referencia, mientras que el público estadounidense fue la audiencia.

Los tres enfoques anteriores tienen grandes implicaciones para la comprensión del concepto de seguridad. Hacen hincapié en la importancia de las interacciones sociales en la comprensión de los problemas de seguridad, en particular el importante papel que la política juegan en la definición de lo que constituye una amenaza a la seguridad y lo que no. Los tres métodos también requieren evaluación crítica de los problemas de seguridad con el fin de tratar de manera objetiva analizarlos para evitar la toma de decisiones relacionadas con la seguridad que se basan en información errónea.